Pocos son los hombres que saben la existencia de los orbes,
poderosas armas creadas por los dioses
terminantemente prohibidas para cualquier mortal.

Sin embargo, el aparente equilibrio pactado
entre las divinidades se ve amenazado cuando
vuelve a despertar el ser que fue más poderoso que los dioses.

En un mundo donde han regresado los
tribales rituales de sangre, los dioses se ahogan en su propia sed de poder y
los hombres se dejan engañar por sus propias mentiras,
la muerte resurge como única forma de salvación…

La última Era de los Elementales comienza
esta noche, en la que una joven amnésica despierta de un sueño olvidado para
adentrarse en otro repleto de horrores.

Maldecida por su codicia olvidada, el
lenguaje de la magia parece volverse en su contra.

Sólo los ecos de su pasado
conocen su sino; pero únicamente ella decidirá si lo alcanzará a través del
camino de la sabiduría y la fuerza… o de
la envidia y la demencia.


Ecos del pasado I: La danza del fuego

jueves, 10 de marzo de 2016

Final del capítulo 2: La furia de un dios


Y con esto, el capítulo 2 queda completo.


He de decir que el primer capítulo es el más corto de todos. Normalmente los demás tienen la misma extensión que el segundo. Con esta publicación, ya podéis leeros el capítulo 2 enterito :)

Si os dais cuenta, esta escena es la misma que nos habíamos encontrado en «El abandono prematuro» sólo que contado desde otra perspectiva. ¡A ver qué os parece!

Así pues, ¡os dejo con la lectura de Ecos del pasado!


«Se preguntó si alguna vez se acordaría de su nombre siquiera. 
Ella lo recordaba todo de él: su profunda voz, 
su solitaria sonrisa, su mirada cargada de aflicción 
y su cabello cobrizo, despeinado por 
la brisa otoñal...» 






2. La furia de un dios (última parte)


Miriadden se sentía completamente estúpida. Solo ella podría haber hecho algo así, pues acababa de perder una ocasión de oro para entablar al fin conversación con Derek Vermonth.
  Justo al terminar las clases de la mañana, pasó como cada día hacía por el parque que había en frente de la academia, y vio una figura apoyada contra un tronco viejo y seco. Derek estaba durmiendo profundamente. No pudo evitarlo, la tentación fue más fuerte que ella y tenía que verlo de más cerca, oír su respiración, regular y pausada a causa de su estado de inconsciencia, sentir su aliento que se escapaba de sus labios entreabiertos… decidió sentarse a su lado discretamente para no despertarle, y poder admirarle en silencio. Al apoyarse contra el suelo se percató de que probablemente acababa de manchar su túnica arrugada con la tierra húmeda, pero le dio igual, valía la pena.
  Era aún más hermoso cuando dormía; sus rasgos faciales se suavizaban al contrario de cuando estaba despierto, arrugados y desconfiados. Soplaba una suave brisa otoñal, meciendo su suave cabello. Ella también quería tocarlo, acariciar su pelo, sus mejillas, su cuerpo. Todo en él era perfecto, su voz, sus ojos, sus manos, incluso su aura solitaria.
  Si Miriadden sintió que le iba a explotar el pecho en la clase de estrategia naval, en aquel momento iba a estallar. ¿Qué era lo que tanto le atraía en él? ¿Por qué justo él? El que siempre estaba solo, apartado del resto de la gente, el menos accesible. 
  « ¿Por qué tú? Yo ni siquiera lo pedí… solo quería venir a estudiar en la Academia, para tener el futuro que mis padres querían para mí, y entonces…»
  Estaba confusa. Tenía que reordenar sus ideas en la cabeza, o al menos enfriarlas. Se sentía totalmente vulnerable ante él. Vio por el rabillo del ojo que Derek se agitaba en sueños. Parecía estar pasándolo mal, tal vez una pesadilla. No quería despertarlo, así que esperó a que se le pasara. Pero no se le pasaba.
  — ¿Derek…? ¿Estás bien? —No se atrevió a decirlo muy alto, pues en realidad no quería romper aquel momento. 
  Sin embargo, no pudo evitar preocuparse. Parecía tan triste…
  —Derek…
  Esta vez fue apenas un murmullo. Quería estar a su lado, decirle que ella no le dejaría solo si él lo quería. No volvería a estar triste.
  Lo que empezó siendo ligeros temblores, se convirtieron en espasmos. Aquello no era normal. Miriadden empezó seriamente a preocuparse. Tenía que despertarle, a la porra el momento idílico. 
  —Por favor, Derek… ¡Despierta!
  Entonces pareció calmarse: iba a despertarse. De repente, Miriadden sintió pánico. No quería que le viera, le daba demasiada vergüenza, le daba miedo su reacción. ¿Se enfadaría? ¿Se sentiría espiado? No fue lo suficientemente valiente para averiguarlo. Se levantó enseguida y se fue corriendo al otro lado del parque, a esconderse tras unos arbustos.





Se sentía como una cría tonta, pero… ¿qué otra cosa podría haber hecho? Aún era pronto como para entrar en su corazón… Lo que ella no sabía es que nunca lo lograría. 
  Lo que sí se atrevió a hacer fue mirar detrás del arbusto tras el cual se ocultaba, para ver si Derek se había percatado de su presencia.
  El joven reaccionó a la luz del sol tapándose la cara, pues lo tenía justo de frente. Miriadden se mordió el labio. Vio al joven parpadear unas cuantas veces, y ladear la cabeza de un lado a otro, como si buscara algo, o a alguien. ¡La había oído! Le sudaban las manos de los nervios. ¿Y si la había visto también? ¿Sabría que había sido ella? 
  A los pocos minutos, Derek se puso de pie y empezó a andar en la dirección opuesta a donde ella se encontraba. La morena se quedó en el sitio sin moverse, abstraída con la vista fija en el árbol donde unos segundos antes se encontraba Derek. 
  En aquel momento, al verlo partir, fue ella quien se sintió completamente sola.



5 comentarios :

  1. ¡Sabía que había sido Miriadden! Tenía que haberme imaginado que la voz que despertó a Derek fue la suya, estoy perdiendo facultades :p Me da un poco de pena Miriadden, se lo que se siente cuando se quiere a alguien que no se puede tener. Veo en ella una mezcla entre chica presa de un amor imposible y una yandere dulce, demasiado tranquila para ser yandere. Me gustaría que al menos más adelante pudiera decirle lo que siente, me quedaría más tranquilo la verdad :)

    Este segundo capítulo ha sido sencillamente increíble, mágico, fabuloso, ¡amazing! Ha habido de todo: humor, ternura, risa, sorpresa, revelaciones y, antetodo, magía. Tu narración es excelente y veo que mejora conforme avanza la historia. Tal y como yo lo veo el primer capítulo era el anzuelo y este segundo donde consigues sacar al pez del agua, si el lector no se engancha enseguida con el primer capítulo fijo que con este lo consigues. Tu historia me encanta, Leila :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad que me dolió un poco —pero solo un poco— decir que Miriadden nunca conseguiría conquistar a Derek, pero es que no aguanto los finales felices forzados ¬¬ De todas formas su historia es muy particular, ya irás dándote cuenta, ¡y da un giro del todo inesperado!

      Sé que me repito, pero me hace muy feliz saber que te está gustando de verdad, espero que siga así hasta el final :)

      Eliminar
    2. Siempre duele cuando tenemos que ser malos con un personaje de forma deliberada, pero mejor eso a que el personaje se haga ilusiones. Si algo me he dado cuenta es que la mayoría (por no decir todos) de tus personajes tienen truco encerrado, todos tienen un secreto o van a dar un giro drástico en su historia. Creo que esa es una de las características de tu estilo :)

      Te aseguro que será así, aunque si dejas de subir en el capítulo 3 no podré seguir comentando :p

      Eliminar
  2. Es que no todos los finales son felices. Ya en la vida real es así ¿por qué no en la ficción?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Eso mismo! Sino todo es demasiado previsible

      Eliminar